La sangre tiene la función de llevar oxígeno y nutrientes a los tejidos de todo el cuerpo. Sin embargo, hay algunos problemas y enfermedades de la sangre que son capaces de afectar el sistema circulatorio.
Las enfermedades de la sangre están ligadas a problemas en la composición del tejido conectivo líquido, o sea, cuando la cantidad de glóbulos (rojos o blancos) es insuficiente o por encima de lo normal. Algunas enfermedades son fáciles de tratar con medicamentos y alimentación adecuada. Mientras que otras, no tienen cura o necesitan un tratamiento médico riguroso.
A continuación te presentamos las 5 principales enfermedades de la sangre:
1 – Anemia
La anemia se manifiesta en el organismo cuando el contenido de hemoglobina en la sangre es inferior a la tasa considerada normal. La persona diagnosticada con esta condición tiene un cuerpo carente de nutrientes esenciales para la salud, como hierro, zinc, vitamina B12 y proteínas.
En general, los niños, mujeres embarazadas, madres lactantes y niñas adolescentes son más propensos a sufrir de anemia. La enfermedad se manifiesta a través de una serie de síntomas típicos, como la fatiga, falta de apetito, dificultades de aprendizaje, falta de energía y piel pálida.
Una vez que el diagnóstico de la anemia es confirmada por el médico, el paciente debe realizar el tratamiento correctamente. Además de administrar la medicación prescrita, también es importante ingerir alimentos ricos en hierro.
2 – Anemia de células falciformes
La anemia de células falciformes es un tipo de anemia inusual, que se desarrolla cuando los glóbulos rojos son los afectados. La condición dificulta el transporte de oxígeno a todos los tejidos del cuerpo.
Quien sufre de anemia de células falciformes presenta fuertes dolores articulares, palidez, fatiga, tendencia a las infecciones, falla en el crecimiento, cálculos biliares y heridas en la pierna. Esta enfermedad no tiene cura, pero el seguimiento médico puede minimizar los síntomas.
3 – Hemofilia
Cuando la coagulación de la sangre ocurre de forma inadecuada, la persona suele presentar mucho sangrado después de sufrir una lesión o herida. A esta condición se le da el nombre de hemofilia.
La hemofilia tiene síntomas típicos, como hematomas grandes y profundos, inflamación de las articulaciones y sangrado inexplicable. El tratamiento de la enfermedad se realiza con base en inyecciones de plasma y coagulantes.
4 – Plaquetas bajas o aumentadas
Las plaquetas tienen una función muy importante en el organismo: la lucha contra la pérdida de sangre causada por cortes y lesiones. Estos componentes, sin embargo, entran en problemas cuando hay un número insuficiente o en exceso.
El trastorno de plaquetas afecta a la coagulación de la sangre. Esto es peligroso ya que puede causar una intensa pérdida de sangre e incluso formar coágulos, que obstaculizan la circulación.
Cuando las plaquetas se encuentran aumentadas, existe un riesgo de leucemia, linfoma y artritis. Por otro lado, las plaquetas bajas pueden ser responsables de enfermedades como el lupus, el síndrome de Hellp, Púrpura trombocitopénica idiopática e hiperesplenismo.
5 – Trastorno de las células sanguíneas
En algunas personas, las células blancas de la sangre no funcionan correctamente y el resultado es este padecimiento. Esta reacción se da cuando la producción de glóbulos blancos de la médula ósea es muy alta o baja.
La falta de glóbulos blancos hace que el cuerpo enfrente dificultades para vencer infecciones. Mientras que la producción excesiva puede indicar leucemia.
Para prevenir las principales enfermedades de la sangre, es muy importante realizar un hemograma por lo menos una vez al año. Este examen conlleva un análisis general de la salud de la sangre y puede alertar sobre posibles enfermedades graves.
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