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Anemia, causas y remedios

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Redacción

Fatiga, palpitaciones, dolores de cabeza o palidez en el rostro…, ¿diagnóstico? Anemia. Algo que alguna vez en la vida hemos padecido, pero no por habitual resulta menos preocupante. Pon remedio antes que la cosa empeore.

Los análisis de sangre han hablado. Ese cansancio que te acompañaba últimamente a diario tiene nombre: anemia. El diagnóstico no te asusta porque no es la primera vez que te pasa. En el último embarazo o en aquella época tan estresante de trabajo, volvió a visitarte.

Pero no te lo tomes a la ligera. Una anemia repetitiva o en periodos gestacionales pueden tener consecuencias graves. Lo mejor es que pongas remedio cuanto antes.

¿Qué es la anemia?

La anemia es una alteración en la cantidad de hemoglobina en sangre, la cual es inferior a la que debería ser normal para la edad y sexo del paciente. Suele venir acompañado de una disminución del número de glóbulos rojos, así como de otras alteraciones analíticas.

Es la hemoglobina una molécula que se encuentra dentro del glóbulo rojo y se encarga de transportar el oxígeno captado en los pulmones hasta las células de nuestro cuerpo. Por tanto, suele definirse a la anemia como una deficiencia de oxígeno en la sangre.

En sí mismo la anemia no es una enfermedad. Suele ser una manifestación sintomática de algún tipo de padecimiento como infecciones, mala alimentación, pérdida de sangre (muy común en las mujeres en edad reproductiva, ya sea por el parto o por sangrados menstruales abundantes, así como consecuencia de úlceras de estómago, hemorroides, tumores gastrointestinales y trastornos del aparato digestivo) u otro tipo de enfermedades, que van desde trastornos del corazón, enfermedad de los riñones, del hígado, de la tiroides, trastornos de la coagulación, leucemia, problemas de plaquetas o enfermedades hereditarias como la hemofilia, solo por nombrar unas pocas.

Existen varios tipo de anemias. Las más frecuentes son:

  • Anemia ferropénica. Provocada por una falta de hierro a causa de una mala alimentación o de una mala absorción por parte del intestino.
  • Anemia megaloblástica. Provocada por la falta de vitamina B12 o ácido fólico.
  • Anemia hemolítica. Producida por la falta de equilibrio entre formación y destrucción de glóbulos rojos. La destrucción es más rápida y la médula no consigue producir suficientes para compensar.

También hay unas anemias de tipo hereditario poco comunes. Se suelen presentar con color amarillenta de la piel (ictericia) y crecimiento desmesurado del bazo.

Con tan solo una analítica en la que se determine la cantidad de glóbulos rojos en sangre y los valores de hemoglobina, se podrá determinar el tipo de anemia que se padece, para después aplicarle el tratamiento adecuado. También un estudio en profundidad del historial propio y familiar del paciente ayudará a que el diagnóstico sea más preciso.

Anemia, cómo prevenir

Anemia, cómo prevenir

¿Cómo saber si tienes anemia?

Existen unas manifestaciones externas que puede indicarte una anemia.

  • Síntomas más comunes de la anemia: palidez de piel, de uñas incluso de encías, fatiga, sueño excesivo, irritabilidad, dificultad para respirar y síncope sobre todo al hacer ejercicio, cambios de conducta, vértigos, ruidos en los oídos, cefaleas, mareos, desmayos, anorexia, sensación nauseosa, disminución del apetito sexual, falta de la menstruación, fragilidad de cabello y uñas…
  • Si la anemia es aguda: shock, taquicardia, pérdida de pulso e hipotensión. Esta situación no suele ser frecuente.
    Todos estos síntomas dependerán de la causa que ha provocado la anemia. Así, por ejemplo, los cambios en la coloración de las uñas o la piel nos indica una anemia causada por la falta de vitamina B12 y ácido fólico.

Anemia en el embarazo

Teniendo en cuenta que el volumen sanguíneo aumenta entre un 45 y un 80% durante el embarazo, pero no así la proporción crecimiento de glóbulos rojos, es lógico pensar que la anemia es la complicación hematológica más frecuente durante el embarazo, parto y puerperio (después del parto). A esta dilución de la sangre en mujeres gestantes se le denomina “anemia fisiológica de la embarazada”.

Una anemia no controlada en una gestante es mucho más peligrosa que en cualquier otra mujer. Puede provocar partos prematuros, fetos de bajo peso, malformaciones del tubo neural (espina bífida, hidrocefalia, etc.), daños cerebrales e incluso mortalidad perinatal.

Normalmente las anemia relacionadas con el embarazo se debe a una carencia de hierro y de ácido fólico. Como medida preventiva el American College of Obstetricians and Gynecologists recomienda usar 30 mg diarios de hierro elemental durante el segundo y tercer trimestres del embarazo. También se aconseja la administración de un complemento de ácido fólico en el mismo momento en que se tenga conocimiento del embarazo, todo ello bajo prescripción médica.

La importancia del hierro y del ácido fólico

El hierro juega un papel fundamental en la producción de la hemoglobina, sustancia permite al glóbulo rojo fijar el oxígeno que se ha de trasportar a todas las células del cuerpo que lo necesiten.

Si el cuerpo no absorbe la cantidad necesaria de hierro a través de la alimentación, el médico puede prescribir unos suplementos. Los más recomendados son los de “gluconato de hierro” que se absorben más fácilmente en el aparato digestivo que el “sulfato de hierro”, y los “líquidos” que son mejores absorbidos que los que vienen en formatos pastillas. La administración por vía parenteral estará restringida para casos de mala absorción natural, en las anemias carenciales más graves y en los casos de intolerancia o incumplimiento de la vía de administración oral.

En importante consultar al médico para dar con la dosis adecuada porque el exceso de hierro pude producir dolor abdominal, desbalance nutricional, náuseas, estreñimiento, pirosis, molestias gástricas, heces negras y diarreas.

Por otro lado, la vitamina B12 y el ácido fólico son necesarios para el crecimiento de todas las células, incluidas los glóbulos rojos. Por esta razón, nuestra alimentación debe incluir los alimentos necesarios para que sea fuente de vitaminas y minerales. Aunque en carencias importantes o periodos gestacionales el médico puede aconsejar los suplementos vitamínicos y de ácido fólico.

Este artículo Anemia, causas y remedios es contenido del blog Enfermedad y salud.


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