El tratamiento para la epilepsia sirve para disminuir el número y la intensidad de las crisis epilépticas, una vez que no existe una cura para esta enfermedad.
El tratamiento puede ser hecho con medicamentos, electroestimulación e, incluso, con cirugía y, por eso, la mejor forma de tratamiento siempre debe ser evaluada con un neurólogo, de acuerdo con la intensidad de las crisis de cada paciente, por ejemplo.
Además de estas técnicas probadas, existen algunos métodos que están siendo experimentados, como el canabidiol, que es una substancial extraída de la marihuana y que puede ayudar a regular los impulsos eléctricos en el cerebro, disminuyendo las posibilidades de tener una crisis.
Tratamiento de la Epilepsia
1. Medicamentos
El uso de medicamentos anticonvulsivos, en general, es la primera opción de tratamiento, ya que muchos pacientes dejan de tener crisis frecuentes sólo con la ingesta diaria de uno de estos medicamentos.
Algunos ejemplos incluyen:
- Fenobarbital
- Ácido valproico
- Fenitoína
- Clonazepam
- Lamotrigina
- Gabapentina
- Ácido valproico semisódico
- Carbamazepina
Sin embargo, el medicamento y la dosis correcta pueden ser difíciles de encontrar y, por eso, es necesario ir registrando el surgimiento de nuevas crisis, para que el médico sea capaz de evaluar el efecto del medicamento a lo largo del tiempo, cambiándolo si es necesario.
Aunque tengan buenos resultados, el uso continuo de estos medicamentos puede causar algunos efectos secundarios como cansancio, pérdida de densidad ósea, problemas del habla, alteración de la memoria e, incluso, depresión. De esta forma, cuando hay pocas crisis durante 2 años, el médico puede interrumpir el uso del medicamento.
2. Estimulación del nervio vago
Esta técnica puede ser utilizada como un sustituto del tratamiento médico, pero también puede ser hecha como complemento del uso de medicamentos, cuando la reducción de las crisis aún no es suficiente.
En este método de tratamiento, un pequeño aparato, similar a un marcapasos, se coloca debajo de la piel, en la región del pecho, y el alambre se coloca hasta el nervio vago que pasa por el cuello.
La corriente eléctrica que pasa por el nervio puede ayudar a aliviar hasta el 40% de la intensidad de las crisis de epilepsia, pero también puede provocar algunos efectos secundarios como dolor de garganta o sensación de falta de aire, por ejemplo.
3. Dieta cetogénica
Esta dieta es muy utilizada en el tratamiento de la epilepsia en niños, ya que aumenta la cantidad de grasas y reduce los hidratos de carbono, haciendo que el cuerpo utilice la grasa como fuente de energía. Al hacer esto, el cuerpo no necesita transportar la glucosa de la barrera del cerebro, lo que reduce el riesgo de tener una crisis de epilepsia.
En estos casos, es muy importante tener un seguimiento regular de un médico o nutricionista, para garantizar que las cantidades de nutrientes están siendo respetadas. Después de dos años sin crisis, el médico puede ir retirando poco a poco las restricciones en la dieta de los niños, porque, en muchos casos, las crisis desaparecen por completo.
4. Cirugía cerebral
La cirugía por lo general sólo se realiza cuando ninguna otra técnica de tratamiento fue suficiente para disminuir la frecuencia o la intensidad de las crisis. En este tipo de cirugía, el neurocirujano puede:
Retirar la parte afectada del cerebro: siempre que sea en una pequeña parte y que no afecte el funcionamiento global del cerebro.
Realizar la implantación de electrodos en el cerebro: ayudan a regular los impulsos eléctricos, especialmente tras el inicio de una crisis.
Aunque en la mayoría de las veces sea necesario para mantener el uso de medicamentos después de la cirugía, las dosis normalmente pueden ser disminuidas, lo que también reduce las posibilidades de sufrir efectos secundarios.
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