El Accidente Cerebrovascular Isquémico es causado por la falta de irrigación en el cerebro.
En estos casos, los síntomas, como dificultades de hablar o de comprensión, pérdida de la sensibilidad en los miembros y del equilibrio, se desarrollan en pocos minutos y van empeorando a lo largo de las horas. La falta de irrigación en el cerebro puede haber dado alguna señal de advertencia semanas o incluso meses antes, en la forma de un “mini-ataque”, en el que los signos aparecieron y desaparecieron de repente.
Dependiendo de la causa de la obstrucción, los accidentes cerebrovasculares isquémicos pueden ser de tres tipos:
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Trombótico:
En este caso, el causante de la obstrucción es un coágulo de sangre formado en una arteria que irriga el cerebro debido a la arteriosclerosis. Supone el 60% de los casos.
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Por embolia:
El 20% de los casos el coágulo se forma en otra parte del cuerpo y viaja hasta la obstrucción de alguna arteria que lleva sangre a la masa gris.

Localización de un accidente cerebrovascular isquémico
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Insuficiencia circulatoria:
El problema es una falla en el corazón, que deja de bombear la sangre correctamente, lo que lleva a la deficiencia de la circulación en el cerebro. Esto explica por qué un ataque del corazón puede conducir a un derrame cerebral.
Frente a cualquier síntoma, no dudes en acudir con tu médico.
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