Las pastillas para dormir pueden estimular el sueño por lo menos a corto plazo, pero las personas mayores deben saber que dichos medicamentos conllevan riesgos. Las personas en sus 50 y 60 años o mayores, tienden a ser más sensibles a los fármacos y podrían tener más posibilidades de sufrir efectos secundarios tales como: sentirse soñolientos y confundidos.
En casos extremos, las personas pueden terminar hospitalizadas a causa de las pastillas para dormir. Es más, las pastillas para dormir con frecuencia se recetan, especialmente a aquellos mayores de 50 años, porque a tantos les cuesta dormir o mantenerse dormidos. Los médicos intentan primero tranquilizarlos y si no logran tranquilizarlos, los médicos frecuentemente acuden a los medicamentos en vez de a tratamientos alternativos no farmacológicos.
Después de controlar los factores personales que podían afectar al riesgo de mortalidad, como el alcohol y el consumo de tabaco, la salud física, el nivel de actividad física, y la presencia o ausencia de síntomas depresivos entre los participantes, se determinó que tomar medicamentos para tratar el insomnio (pastillas para dormir) y la ansiedad aumenta el riesgo de mortalidad en un 36%.
Los especialistas piden a las personas mayores con dificultades para dormir tener más cuidado con estos medicamentos, pues también pueden suprimir la respiración, lo que puede agravar algunos problemas respiratorios como la apnea del sueño.
Efectos secundarios de las pastillas para dormir
Además, entre otros efectos secundarios están los problemas con el pensamiento, la memoria, los movimientos corporales, rendimiento físico y sopor al despertar, como se le conoce al estado intermedio entre el sueño y la vigilia. También, las pastillas para dormir pueden aumentar el riesgo de caídas, sobre todo en la noche.
Una de las explicaciones de esta relación es que las pastillas para dormir y los ansiolíticos afectan al tiempo de reacción, agilidad y coordinación de las personas que las consumen, y por tanto, propician las caídas y otros accidentes. También pueden tener un efecto inhibidor sobre el sistema respiratorio, lo que podría agravar ciertos problemas respiratorios durante el sueño. Estos medicamentos también son inhibidores del sistema nervioso central que puede afectar al juicio y por lo tanto aumentar el riesgo de suicidio.
A pesar de que es común presentar efectos secundarios, los mismos tienden a suscitarse con menor frecuencia y gravedad que con las benzodiacepinas de generación más antigua.
Y para los que tienen depresión, los especialistas aconsejan dosis bajas de antidepresivos que causan somnolencia.
Los expertos del sueño recomiendan a las personas mayores utilizar poco las pastillas para dormir y en caso de necesitarlas, consumirlas durante un período breve.
En general, estos medicamentos pueden ser auxiliares para dormir muy útiles, pero deben ser utilizados con precaución, porque pueden provocar dependencia, tolerancia, síndrome de abstinencia y retorno del insomnio si se usan durante mucho tiempo cada noche. La tolerancia significa que la dosis tiene que aumentarse repetidamente para obtener el mismo resultado, no es lo mismo que la adicción pero muchas veces son confundidas.
También pueden provocar síndrome de abstinencia, lo que significa que emerjan un nuevo conjunto de síntomas que no estaban presentes antes de usar el medicamento, comúnmente son agitación, nauseas, sudoración y palpitaciones.
Los benzodiacepínicos pueden causar un rebote del insomnio, esto es que se presenta un insomnio peor al que se tenía antes de utilizar el medicamento. Normalmente dura sólo una o dos noches. Por lo tanto, toma mucho tiempo sacarlo del sistema , sus efectos hipnóticos y sedativos pueden durar hasta el día siguiente. Puede haber síndrome de abstinencia si se retira repentinamente, pero es poco probable que cause un rebote del insomnio comparado con benzos de corta duración.
Además del aletargamiento durante el día, pueden provocar amnesia, sonambulismo y comer dormido. Hay estudios que muestran que hay mayores riesgos de caídas en gente grande, pero otros revelan que el insomnio no atendido aumenta las caídas.

Mucho cuidado con las pastillas para dormir
Preocupación sobre el uso de pastillas para dormir en la población
Definitivamente hay una preocupación de que estos medicamentos puedan tener muchos efectos perjudiciales en los ancianos, incluyendo problemas de memoria y cognoscitivos, como la mayoría de los medicamentos, las dosis deben ser más bajas cuando los pacientes son de edad avanzada o tiene males renales o hepáticos.
Para el tratamiento del insomnio, es mejor utilizar benzodiacepínicos que tienen una vida promedio mediana. Ellos ayudarán a que una persona permanezca dormida la mayor parte de la noche sin demasiada resaca al día siguiente.
Como todos los auxiliares para el sueño con prescripción o pastillas para dormir, recomiendo el uso intermitente para poder evitar la tolerancia y la abstinencia.
Este artículo Pastillas para dormir: ¿qué efectos secundarios tienen? es contenido del blog Enfermedad y salud.