Si estabas esperando tu menstruación y no se ha presentado, no te desesperes. El retraso de la menstruación no es sinónimo de embarazo.
En realidad, hay varias razones por las que la menstruación tarda, todas diferentes entre sí. Aunque sí tienen una cosa en común: son factores que, en su mayoría, desencadenan un desequilibrio hormonal.
Un ciclo menstrual regular varía de 21 a 35 días y, si es extremadamente regular, dura 28 días. Pero el ciclo irregular es una realidad de muchas mujeres, de modo que la menstruación no siempre llega en la fecha esperada.
A continuación te presentamos algunas de las posibles causas de un retraso de la menstruación, que no tienen que ver en nada con el embarazo:
1. Nerviosismo o ansiedad
Los factores emocionales pueden influir directamente en la producción de hormonas, lo que lleva al retraso o, incluso, a la anticipación de la menstruación.
Es muy común que las mujeres esperen ansiosamente por la menstruación y que este marco genere más retraso. Esto sucede porque el humor está directamente relacionado con la regulación de las hormonas de nuestro cuerpo y, así, el ciclo puede resultar alterado.
2. Métodos anticonceptivos hormonales
El inicio o la interrupción de un tratamiento hormonal afecta directamente a la producción de hormonas, por lo que algunos métodos de emergencia, como la píldora del día siguiente, también son capaces de desordenar a nuestras hormonas.
Si es tu caso, es bueno saber que puede tomar hasta seis meses para que el cuerpo vuelva a la normalidad; es decir, para que la menstruación vuelva a la regularidad.
3. Ingesta de otros medicamentos
Los medicamentos también pueden ser responsables de la menstruación. Los medicamentos para la tiroides y los antibióticos, por ejemplo, son otros elementos que pueden desajustar el ciclo menstrual.
4. Síndromes metabólicos
Algunas enfermedades metabólicas muy comunes, como la diabetes, hipotiroidismo o hipertiroidismo, síndrome del ovario poliquístico, entre otras, tienen como uno de los principales síntomas la menstruación irregular.
Esto ocurre justamente porque alteran la producción saludable de hormonas en el organismo.
5. Exceso o falta de grasa corporal
Cuanta más grasa en el cuerpo, mayor es la propensión al aumento del nivel de estrógenos y, por tanto, una mayor dificultad para que la ovulación ocurra. Los cuadros de sobrepeso pueden presentar engrosamiento del endometrio, así como flujo intenso y desregulado.
De la misma forma, estar por debajo del peso considerado saludable también puede afectar el ciclo menstrual, pudiendo provocar incluso un escenario de amenorrea (ausencia de menstruación).
6. Menarca-menopausia
El período comprendido entre la menarca y la menopausia – la primera y última menstruación, respectivamente – se llama período fértil o reproductivo de la mujer. No hay que confundir con el periodo fértil del ciclo menstrual, que corresponde a los días más próximos a la ovulación.
Es normal que cuando el período reproductivo comienza o está terminando, las hormonas estén alteradas y la menstruación se retrase o se adelante en unos días.
Así, también es muy común que la menstruación dure muchos o pocos días en el inicio de los ciclos menstruales y durante el climaterio. Esto depende mucho del cuerpo y el momento de cada mujer.
7. Cambios de huso horario
Científicamente, el ciclo menstrual es el resultado de una comunicación entre el sistema nervioso central; el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios.
El eje hipotálamo – responsable de regular algunos de nuestros procesos metabólicos – recibe estímulos a partir de nuestras emociones y, cuando son modificadas, pueden modificar la menstruación.
Todo este cambio de emociones puede tener que ver con la dificultad para adaptar el sueño y el cuerpo a situaciones a las que no estás acostumbrada, como el frío o el calor excesivos. Incluso la ansiedad por un viaje puede desregular el ciclo y retrasar la menstruación.
Podemos decir, así, que la menstruación también puede ser el resultado del “jet lag”, típico de los viajes de larga distancia a los países con huso horarios muy diferentes a los que la mujer está acostumbrada.
8. La práctica de ejercicios en exceso
Tener una rutina saludable con la alimentación regular y la práctica diaria de ejercicios sólo conlleva beneficios y todo el mundo lo sabe. Sin embargo, cuando hay exceso de desgaste físico, puede ocurrir un desorden neuroendócrino que interfiere en el buen funcionamiento del hipotálamo.
De la misma forma que se produce el desorden provocado por el cambio de huso horario, no hay liberación de las hormonas estimuladoras de los ovarios y el organismo deja de producir el estrógeno y la progesterona, lo que acaba provocando cambios en el ciclo menstrual.
Este artículo El retraso de la menstruación no es sinónimo de embarazo es contenido del blog Enfermedad y salud.