Considerada como el “mal del siglo” por la Organización Mundial de la Salud, la depresión sigue siendo un reto para los médicos y los pacientes. Conoce los detalles sobre la depresión.
La depresión se caracteriza por la pérdida o disminución de interés y placer por la vida, generando angustia y agotamiento, algunas veces sin un motivo evidente. Hoy en día es considerada la cuarta causa principal de incapacitación, según la Organización Mundial de la Salud.
Este trastorno psiquiátrico llega a personas de cualquier edad, aunque es más frecuente entre las mujeres — y requiere evaluación y tratamiento con un profesional. El desánimo sin fin es fruto de los desequilibrios en la bioquímica del cerebro, como la disminución en la oferta de neurotransmisores como la serotonina, ligada a la sensación de bienestar.
Hoy se sabe que la depresión no sólo promueve una sensación de infelicidad crónica, sino que incita a cambios fisiológicos, como bajas en el sistema inmune y el aumento de los procesos inflamatorios. Por estas y otras, ya figura como un factor de riesgo para condiciones como las enfermedades cardiovasculares.
Signos y síntomas de depresión
-
Cansancio extremo
-
Debilidad
-
Irritabilidad
-
Angustia
-
Ansiedad
-
Baja autoestima
-
Insomnio (o sueño de mala calidad)
-
Falta de interés por actividades que antes le daban placer
-
Pensamientos pesimistas
-
Pensamientos frecuentes sobre la muerte
-
Comportamientos compulsivos
-
Dificultad para concentrarse
-
Problemas o disfunciones sexuales
-
Sensación de impotencia o incapacidad para las tareas del día a día
Factores de riesgo
-
Historial familiar
-
Trastornos psiquiátricos proveedores
-
Estrés crónico
-
Ansiedad crónica
-
Disfunciones hormonales
-
Exceso de peso
-
Sedentarismo y dieta desenfrenada
-
Adicciones (tabaco, alcohol y drogas ilícitas)
-
Uso excesivo de internet y redes sociales
-
Traumas físicos o psicológicos
-
Golpes en la cabeza
-
Problemas cardíacos
-
Separación conyugal
-
Migraña crónica

Ilustración sobre la depresión
Prevención
Para espantar la tristeza sin fin de la rutina, es importante manejar el estrés y compartir las dificultades del día a día. Leer, aprender cosas nuevas, hacer aficiones y divertirse ayudan a mantener la cabeza activa y libre de pensamientos negativos o preocupaciones excesivas. El optimismo, flanqueado de sentido común, asegura el bienestar emocional.
La máxima “mente sana, cuerpo sano” es científicamente aceptada y el camino inverso también procede. O sea, el cuidado del organismo se refleja en la salud mental. En este punto, el consejo es practicar actividad física regularmente, incluso porque los estudios atestiguan que estimulan la liberación de hormonas y otras sustancias importantes para el mantenimiento del estado de ánimo.
Investigaciones recientes revelan que hasta la dieta influye en las emociones. En este aspecto, vale inspirarse en el menú de los mediterráneos, surtido de aceite de oliva, pescados, frutas, verduras y semillas oleaginosas (nueces, castañas, almendras, entre otras).Las grasas y los antioxidantes presentes en este menú están asociados a una mayor protección y conservación de las redes de neuronas. Cuando la comunicación entre las células nerviosas está afilada, no queda espacio para que la angustia se apodere de la cabeza.
Diagnóstico
Hay algunas pruebas y encuestas que apuntan con el dedo para el trastorno, pero sólo una evaluación precisa del médico, en el que se incluirá el historial del paciente y de su familia, así como algunos de los exámenes, podrá conseguir si el problema es realmente una depresión. La condición, por otra parte, muchas veces se asocia a otros trastornos psiquiátricos. La depresión también se clasifica de acuerdo con su intensidad leve, moderada o grave.
Tratamiento
La depresión puede durar semanas o incluso años. Y una vez que el individuo pase por una crisis, corre mayor riesgo de enfrentar un episodio similar otra vez en la vida. En la mayoría de las veces, el tratamiento es realizado en conjunto por el psiquiatra y el psicólogo. Existen diversos medicamentos antidepresivos, que ayudan a regular la química del cerebro, y el médico elegirá según el perfil del paciente. El acompañamiento psicológico, que buscará levantar las causas del problema y cómo se puede ser desmontado, es crucial inclusive porque los remedios pueden tomar un tiempo para hacer efecto.
Dentro del enfoque de la psicoterapia, una de las corrientes más utilizadas en el tratamiento de la depresión es la cognitivo-conductual, que identifica los conflictos y ayuda al paciente a enfrentarse a ellos mismos. Hay estudios que apuntan que la acupuntura y la musicoterapia serían coadyuvantes en la recuperación del bienestar emocional.
En más, vuelve a relucir la recomendación de un estilo de vida saludable, con una dieta equilibrada y la práctica regular de actividad física. También se refuerza la indicación para combatir el estrés concediendo el tiempo en la agenda para actividades placenteras.
Para los casos más graves y resistentes al tratamiento convencional, hoy en día se estudia la aplicación de técnicas como la eletroconvulsoterapia y la estimulación magnética transcraneal.
Este artículo Depresión: síntomas, diagnóstico, prevención y tratamiento es contenido del blog Enfermedad y salud.